Hace justo 2 semanas di una charla sobre “habilidades digitales” para estudiantes universitarios.
El objetivo básico era darles a entender que o te mantienes al día con la tecnología o te atropellará.
Y de hecho puse bastantes ejemplos sobre la evolución de la Inteligencia Artificial.
Había otros muchos avances de software que podrían ser buenos ejemplos (como el Metaverso, el Internet de las Cosas, el Blockchain, …) pero el de la Inteligencia Artificial era especialmente destacado.
Porque se pasó muchos años en barbecho.
De hecho, mi última práctica en la universidad fue de Inteligencia Artificial.
Allá por el año 1986.
¡Buf!
La cuestión es que se pasó muuuchos años sin casi avances.
Sin embargo, poco a poco, en los últimos 10 años, ha ido volviendo a recuperar terreno.
Al menos en lo que se refiere a lo que llega al público.
Asistentes telefónicos que te pueden dar una atención básica solo por voz.
Sistemas que te recomiendan lo que te puede interesar, en las tiendas, en Netflix, en Spotify.
Asistentes personales con los que puedes hablar para que enciendan las luces.
O que te busquen una película en la tele.
O te pongan música rock en el coche.
Y hay noticias de su uso en otros ámbitos, en los que yo no me muevo, pero que no dejan de ser impresionantes.
Como los que ganan a los mejores maestros del ajedrez o del Go.
Pero en estos últimos meses la evolución de la IA ha sido brutal.
Aplicaciones que te generan tweets sobre cualquier tema que te interese.
O que te escriben textos de anuncios.
O que te generan imágenes inventadas sobre «perros aullando a un faro con el estilo de Van Gogh».
Incluso las hay, que te escanean un ticket de compra y te dicen si es deducible o no como gasto de empresa y te lo contabilizan.
Una mezcla de aplicaciones para entretenimiento y profesionales.
De hecho, mostré en la presentación cómo, con un pequeño programa, había generado, con la ayuda de una IA, un texto sobre esa misma presentación.
Sobre la utilización de “habilidades digitales” en el entorno profesional.
De eso iba mi charla.
La de hace dos semanas.
En estas dos semanas se ha lanzado un nuevo sistema de IA, ChatGPT, capaz de mantener conversaciones bastante coherentes a partir de una pregunta.
Básicamente, un sustituto de Google que, en lugar de darte enlaces a webs que tratan sobre un tema, te elabora la respuesta en lenguaje natural.
Y que es capaz de seguir el hilo de una conversación.
Esto seguro que va a cambiar las reglas del juego en los próximos meses.
Así que tengo que dar más o menos la misma charla otra vez en el mes de marzo.
Yo pensaba que podría aprovechar el trabajo que me llevó preparar esta.
Pero veo que habrán pasado tantas cosas en este campo que ni tiene sentido revisarla ahora.
Lo que sea que actualice, se me quedará obsoleto para final de este mes.
Así que puedo aplicarme lo que explicaba a mi audiencia: o te mantienes al día con la tecnología o te atropellará.
Pero, con un poco de suerte, le podré pedir a la IA que me escriba la próxima presentación.
Así me simplificará un poquito mi trabajo.
Porque la idea es que la IA nos ayude y nos facilite las cosas.
¿O no?
Si tienes en mente o sencillamente quieres explorar posibles usos de la IA en tu sector, ahora es un buen momento para que lo hablemos.
PD. Estoy probando ChatGPT. En breve te cuento la experiencia. Si no sale otra evolución en las próximas semanas.