Recientemente se ha aplicado la nueva normativa sobre pagos online en la que, de nuevo, la UE lidera la seguridad a nivel mundial.
Con la nueva normativa, para confirmar cualquier pago en línea se requiere que el usuario utilice múltiples elementos para evitar cualquier tipo de fraude.
Por lo general, esos elementos son algo que el usuario tiene, como un teléfono inteligente personal, y algo que el usuario conoce, como un PIN o una contraseña o su reemplazo como una identificación facial o una huella digital.
Eso es bastante seguro. Si pierdes tu smartphone nadie tendrá la otra parte. Si pierdes tu cara, o tu mente, o tu dedo, bueno… Tu dinero está cubierto.
Esto significa, y no es una broma, que cuando llego a la gasolinera a repostar mi coche tengo una aplicación para poder pedir y pagar el combustible sin tener que entrar en la oficina y evitando colas.
Así que sólo tengo que desbloquear el teléfono con la cara, bueno, primero quitar la máscara, abrir la aplicación, seleccionar la estación, el surtidor, el coche, el tipo de gasolina y el importe e introducir un PIN para confirmar el pago.
Y luego, y eso es nuevo tengo que, sin cerrar la aplicación de la gasolina en el mismo smartphone abrir la app del banco, desbloquearla con la cara, esperar una notificación (que puede ser entre 1 minuto y no llega nunca), introducir una clave y luego volver a la app de la gasolina para esperar otra notificación (entre 1 minuto y no llega nunca más) y entonces se abre el surtidor.
Lo he conseguido una vez en los últimos 7 intentos. Así que está claro que es posible.
Pero tras descubrir que todavía se producen algunos fraudes online y que no es 100% seguro la UE ha creado un nuevo comité que está trabajando duro para mejorar esta seguridad.
Ya tienen un primer borrador que propone algo así: primero hay que hacer todas las verificaciones previas. Luego habrá un paso adicional en el que deberás enviar una foto tuya con tu DNI, la tarjeta de crédito bien visible más un papel escrito a mano con la fecha de hoy, el nombre de la empresa a la que pagas, el importe exacto y tu firma.
Luego el banco deberá procesar toda esta información para autorizar el pago.
Todo será online y, supuestamente, rápido.
Los bancos, tras leer este primer borrador, se están planteando si deben invertir en inteligencia artificial para automatizar este proceso o si será más barato comprar Bruselas para evitar que los comités puedan volver a reunirse.
Leyes y tecnología.
Seguridad y agilidad.
Obligados a entenderse.
Esto será divertido. Preparen sus palomitas.