Llevo años escuchando esta frase: Los datos van a ser el petróleo del futuro.
Pero estos días la frase se ha vuelto algo mucho más tangible.
Tesla ha lanzado la suscripción a la conducción autónoma total.
Hasta ahora la conducción autónoma era un paquete adicional al propio vehículo que había que adquirir por 10.000 dólares.
Ahora ofrecen la opción de contratarlo con un pago mensual de 199 dólares. Se queda en 99 dólares si ya tienes tu paquete de piloto automático mejorado.
La cuestión es que esto hace muy real esa frase de que los datos son el nuevo petróleo.
Ahora como conductor te tienes que plantear un coste mensual por disponer de un servicio adicional basado en datos y software.
199 dólares es, para mucha gente, un coste más o menos equiparable al coste de la gasolina. Ese coste que mes a mes nos hacía cuestionar si valía la pena usar el coche particular por los beneficios que aportaba.
Y ahora tenemos una decisión similar con la conducción autónoma. Unos beneficios como la comodidad y la seguridad en un lado de la balanza frente a un coste mensual por disfrutar de ellos.
Le experiencia de ir en tu propio coche hasta ahora dependía del petróleo. Ahora los vehículos eléctricos están sustituyendo el petróleo por los datos.
Tiene mucho sentido que sea una suscripción mensual: es algo que aprovechamos de forma contínua y que, además, va a ir evolucionando y mejorando con el tiempo. No queremos que en 12 meses tengamos un software obsoleto del que depende nuestra seguridad.
Y desde el punto de vista de empresa también tiene sentido ofrecer un servicio de desarrollo y mejora contínua al cliente por un precio recurrente y reducir el escalón de entrada a los clientes.
Requerir un elevado pago inicial no da ninguna motivación para la empresa para mantenerlo posteriormente. Ya tienen su beneficio.
Y el petróleo es a la gastolina lo mismo que los datos a la conducción autónoma.
El petróleo debe procesarse para convertirse en algo útil que permite mover un vehículo.
Los datos de sensores de los coches debe procesarse para convertirse en un sistema de conducción autónoma.
Esto plantea varias cuestiones:
Como empresa: ¿Dispones de datos que, bien procesados, puedan convertirse en algo de valor para tus clientes?
No sólo en datos importantes para que la empresa tome mejores decisiones, sino datos importantes para mejorar la vida del cliente y que el cliente pueda estar interesado en pagar por ellos por el beneficio que le aportan?
Realmente yo me he vuelto a plantear esta pregunta y acabo de redescubrir que sí dispongo de información que podría ser muy útil para alguno de mis clientes. Estoy en el proceso de darle forma y ver si mis clientes están interesados en pagar por ello.
Estos datos llevan ahí mucho tiempo, pero solo al plantearme esta pregunta he descubierto esta nueva posibilidad.
Y como cliente: ¿Cuánto estás dispuesto a pagar por una información de valor que te mejore tu vida? Sistemas que te automaticen tu proceso de compras y te aporten tiempo, sistemas que te ahorren esos ratos interminables frente al televisor para decidir la próxima serie que ver, sistemas de domótica que mantienen tu casa segura o comfortable reduciendo el consumo innecesario, …