Recientemente parece haber un boom de temas de consultoría.
No sé si será el típico efecto de filtro de qué cuando estás embarazados solo ves embarazadas o cuando piensas comprarte ese coche nuevo rojo solo ves coches como ese rojos (Conocido como el filtro del sistema de activación reticular).
Hay infinidad de proyectos, podcast, cursos, libros para emprendedores en el mundo de la consultoría. Estos son unos pocos:
- Consultor Elite de Javier Cordero
- El podcast Canal Consultor de Agustí López
- Emprende Aprendiendo y Consultor Estratega de Euge Oller
- El podcast Masterminds y el curso Valida Tu Idea de Franc Carreras
- Un clásico: Innolandia de Ángel Alba
- Otro de innovación: Innogyzer de Marco Velasco
- Por supuesto Innovamos Así de Tim Bradburn y yo mismo
- Y tantos otros
Algunos son muy potentes, muy instructivos, muy motivadores.
Algunos están creados o dirigidos por consultores de gran trayectoria en el mundo de la innovación.
Otros parecen cursos de venta dirigidos a explotar este nicho actualmente en crecimiento. Proponen formar a gente sin conocimientos previos para que se conviertan en consultores de pequeñas y medianas empresas.
¡Ojo! La venta de servicios de consultoría es una habilidad absolutamente práctica, vital y compleja para los que estamos en este sector. Lo dudoso es que el enfoque de alguno de esos cursos sea exclusivamente en la parte comercial donde parece que con unas plantillas y unas preguntas cualquiera puede realizar ese tipo de asesoramiento como un profesional.
En cualquier caso esta explosión reciente tiene una razón de ser.
Demuestra que hay una necesidad en el mundo empresarial actual de disponer de conocimiento externo para definir la estrategia futura de las empresas.
Esto ya podía ser más o menos normal por parte de grandes corporaciones. Estas empresas son consciente de qué necesitan ideas nuevas. Pero al mismo tiempo necesitan gente que no esté involucrada tanto en el día a día para poder pensar estratégicamente y actuar como facilitadores para que los equipos puedan orientar sus conocimientos a evolucionar el negocio como tal.
Sin embargo en el mundo de la pequeña y mediana empresa esto era algo mucho más difícil de encontrar.
Siendo yo el director de la empresa, normalmente el creador, el que tuvo la idea original y el que ha levantado la empresa hasta donde ha llegado ahora. ¿Qué me va a venir a explicar alguien de fuera de cómo tengo que llevar mi negocio? ¿Qué saben ellos de mi producto? ¿De mis clientes?
Y eso es precisamente lo que ha cambiado hoy en día. El cambio generado por la pandemia ha creado tal incertidumbre sobre el futuro que la gente empieza a ser consciente de que los conocimientos adquiridos pueden no ser determinantes para decidir el futuro de las empresas.
Este replanteamiento es el que está llevando a un florecimiento de la consultoría de negocios y en particular de la digitalización y de la innovación.
Y evidentemente cuando un sector florece aparece en su entorno todo tipo de personas y negocios que ven ese nicho como una posibilidad de hacer crecer sus propios negocios.
Bueno… Esto también se aplica a mí ¿verdad?